lunes, noviembre 13, 2006

LECCIONES DE UN APRENDIZ. CAP 15

ACABAR UNA TAREA AL DÍA

En nuestra actividad profesional existen numerosos tipos distintos de tareas. Desde aquellas que son instantáneas y se resuelven sobre la marcha, pasando por aquellas que requieren un poco más de tiempo o simplemente para completarlas necesitamos datos que no dependen de nosotros, hasta las que exigen dedicación de varias jornadas. En todo caso siempre es posible fragmentar las tareas de manera que los objetivos puedan fijarse en una base diaria.

Los números son muy claros. Si somos capaces de finalizar por lo menos una tarea al día, al cabo del año son más de 200 las que quedan resueltas y liberadas. Por muy expertos o capacitados que estemos para desarrollar una tarea, se nos valora por los trabajos finalizados, tal y como los ve el cliente. La exigencia de entregar los trabajos facilita que el flujo se mantenga, nos fuerza a determinar cada día en qué debemos concentrarnos para cumplir las metas, canalizar los esfuerzos con el objetivo concreto de terminar la actividad, e indirectamente nos exige organizarnos. En este sentido se debe ir planificando el tiempo de manera que no solamente debo fijarme en cerrar el tema de hoy, sino pensar qué actividades debo poner en marcha de cara a los siguientes días, a medio y largo plazo.


La ventaja de fijarse el objetivo que marca el título de hoy es que es concreto y fácil de proyectar, y su cumplimiento es aún más simple de verificar.

Reciclator

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