miércoles, abril 25, 2007

ELEFANTES Y SEISCIENTOS

Sabéis aquel de

¿cómo meterías cuatro elefantes en un Seiscientos? .... dos delante y dos detrás.

pues nunca lo he entendido, los elefantes son tan grandes que no entrarían por la puerta, ni tampoco por la cubierta de un Seiscientos descapotable. La única alternativa que se me ocurre es, o bien que exista alguna raza de elefantes enanos que desconozco y sí quepan en el famoso seiscientos, o bien haga referencia a muñequitos o peluches. En este caso probablemente cabrían todos detrás, o todos en el asiento del acompañante. Y si son pequeñitos incluso en la guantera. Así podríamos evolucionar el chiste a ¿cómo meterías mil elefantes en un Seiscientos?... pues uno a uno y con cuidadito.

¿Y como sabrías si hay un elefante en tu nevera? la respuesta tampoco hace gracia, pero dejo al lector que la consiga por si mismo.
Rec sigue vivo

lunes, abril 09, 2007

VIRGINIDAD

Increible per cierto. Navegando por una de estas páginas religiosas (vocacion.org) que a veces me gusta mirar encontré una pregunta 'divertida' acompañada de una respuesta no menos sorprendente.

Si un hombre ha tenido relaciones sexuales y quiere ser sacerdote, ¿puede hacerlo o tiene que ser virgen?

Querido Pablo Luis,

Me da gusto poder saludarte de nuevo. La virginidad no es una condición absoluta e indispensable. Pero ciertamente quien aspire al sacerdocio o a la vida religiosa debería haberse recuperado de su caída, estar viviendo una vida casta y ser capaz de ser fiel a su promesa de celibato. Te encomiendo.

Sin comentarios,

Probablemente muchos habrán llegado vírgenes a su matrimonio con el divino, pero no se si tantos lo habrán mantenido después.

Rec

PD. Aprovecho para indicar el link al mensaje de pascua del Papa para aquellos que se lo hayan perdidio: Mensaje de Pascua de Benedicto XVI

jueves, abril 05, 2007

FORMAS DE AHORRAR

Elegir un gimnasio que esté aproximadamente a veinte minutos corriendo desde casa. De forma regular, la misma que emplearíamos para ir a uno que estuviera al lado de casa, se va corriendo hasta la puerta del gimnasio elegido, y justo al llegar a la puerta se da media vuelta y de nuevo corriendo hasta casa. Con esto hacemos los cuarenta minutitos de ejercicio que recomienda la OMS y de paso nos ahorramos la cuota del gimnasio.




Una variante más divertida es tener localizados unos cuantos gimnasios a veinte minutos de casa, así cada día se puede elegir una ruta distinta.

Rec