Después de mucho tiempo, quizás años, me he comprado un Bony doble de Bimpo para merendar. La sorpresa ha venido cuando al abrirlo con pasión para mirar que pegatina o calcomanía me había tocado esta no existía! No había regalo! el chocolate blando del recubrimiento ya no tenía donde pegarse. No era posible adivinar el tema de la pegatina a través del sobre que la contiene. Se acabaron los adesivos del Songoku, Mazinguer, Sandokan, Marco o la Abeja Maya.
Investigando por internet he descubierto que este tipo de promoción o regalos se han prohibido en los productos de consumo infantil, pues pueden incitar la compra por el regalo y no por el contenido.
De nuevo en lo mismo, la manía esta de regular, regular y regularlo todo, y protegernos de todo. Convierten lo más insignificante en una amenaza, cargándose la salsa de la vida, esas pequeñas cosas que la hacen singular y curiosa.
La cuenta atrás de los pastelitos Bony ha empezado. De momento han perdido un consumidor, y no por su culpa, sino por la de la Administración que se ve capacitada para opinar y regularlo todo. Lo más triste es que la mencionada Administración la forman personas.
ReC
PD. Recomiendo la web www.teacuerdas.com, trae buenos recuerdos a los veteranillos.
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