jueves, mayo 25, 2006

LECCIONES DE UN APRENDIZ. CAP 12

CASI SIEMPRE HAY ALGUIEN QUE PUEDE HACER TU TRABAJO MEJOR Y MÁS RÁPIDO QÚE TÚ.

La fórmula es muy lineal, delega hacia arriba y abajo todo lo que puedas, y concéntrate con todas tus fuerzas en el CASI. Hay que partir de la premisa de que la gente con la que trabajamos son

a) adultos y maduros
b) están contratados porque se han formado en alguna área de especialidad
c) además conocen su área de especialidad, es su trabajo
d) no es la primera vez que se enfrentan con su día a día laboral
e) son más autónomos de lo que podemos pensar
f) disponen de las herramientas y recursos
g) saben utilizarlos mejor que nosotros

con lo que el tiempo que van a dedicar para desarrollar la tarea será muy inferior, con un resultado muy superior. Valorar las aportaciones de los compañeros, desde que sólo son una capacidad hasta que se concretan en un 'producto' acabado genera confianza, complicidad, seguridad y llena de contenido y da sentido nuestra actividad diaria. Es el viejo mito de la retroalimentación consciente (término acabado de acuñar...'retroalimentación consciente').

De la misma manera que los demás controlan su pequeña parcela de saber, tu también tienes la tuya, de manera que puedes ofrecerte como recurso óptimo a ser delegado por los demás en tus temas concretos. Hay que saber recibir los encargos en los que puedes ofrecer un resultado mejor, más fiable y rápido que los demás, y emitir los encargos que otros puede hacer mejor que tu. Es el típico ganar-ganar en el que una mentalidad abierta y colaborativa facilita que podamos llegar a casa a la hora de bañar los niños o de salir a correr un rato.

En toda empresa de más de dos trabajadores prácticamente siempre habrá alguien que sepa hacer las cosas mejor que uno, en la mayoría de tareas. Identificar quien puede desarrollarlas y saber en las que nosotros somos competentes nos liberará de presiones y tensiones innecesarias y reforzaremos la seguridad de que el camino seguido es el más adecuado.

Delegar (no subordinar) en todas las direcciones es clave para que un equipo funcione sincronizadamente y cada pieza rinda efectivamente donde mejor pueda funcionar. Eso sí, hay que reconocer en todo momento la autoría de las partes, y valorarla pues el resultado final no es más que la suma (o la integral) de los pequeños esfuerzos. El equipo debe sentirse equipo.

REC

No hay comentarios: