Hace unos meses, ya casi nadie se acuerda, teníamos al país patas arriba por culpa de una sequía que no sabíamos cuando iba a terminar. Finalmente llovió y pareció resolverse el problema. La clase política empezó a activar una serie de inversiones en infraestructura hidráulica que presumiblemente evitarían que el país sufriera una situación igual.

Con las desaladoras y los trasvases bien del Ebro o del Roina lo que conseguiremos es ahorrarnos las histerias y mentidas de los políticos, funcionarios y técnicos de empresas de la administración, de los periodistas y tertulianos metiendo el dedo en la llaga y del pueblo sufriendo por si mañana podrán tirar de la cadena sin cargo de consciencia. Pero todo esto tiene su precio.
REC
PD. Aunque no esté directamente relacionado con el tema, el siguiente comentario si tiene que ver con nuestra memoria: Una de las ventajas de la crisis económica por la que pasamos es que ha resuelto de forma definitiva el problema del cambio climático. Al menos yo ya no oigo hablar de él, o que le preocupe a nadie.
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